Este emblemático edificio por su belleza arquitectónica y su entorno natural tiene una historia singular que se inicia cuando el comerciante alemán en salitre, carbón y transporte marítimo, radicado en Chile, Gustavo Wulff, compra a Teodoro Von Schroeders un terreno de 1.260 m2 a los pies del Cerro Castillo, en el sector “Miramar”, construyendo allí un sencillo chalet de 854 m2, de estilo franco-germano con fundaciones de roca, que inauguró en 1908.
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